¿Qué relación tienen las prácticas arquitectónicas en México con la obra de Zaha Hadid Architects?

Escrito por Mónica Arellano
Publicado el 31 de Octubre, 2019

Hace algunos meses finalizó la primera exhibición de Zaha Hadid Architects (ZHA) en Latinoamérica la cual se llevó a cabo en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) dentro del Centro Cultural de Ciudad Universitaria de la Ciudad de México. Esta muestra se conformaba de algunos de los proyectos de la arquitecta Zaha Hadid mediante maquetas, materiales audiovisuales, pinturas y fotografías, abordando el proceso creativo de su práctica y evidenciando la importancia y complejidad del diseño como eje articulador de formas y procesos constructivos en su obra.

'Diseño como segunda naturaleza' contó con la presencia del actual director Patrick Schumacher y puso en evidencia la aportación del despacho a la arquitectura: que el diseño debe ser, más allá de su función práctica, un proceso de innovación de materiales y estructuras. El estudio ha concebido el parametricismo, una herramienta digital inspirada en la simulación científica y la animación fílmica, con la que busca incrementar las capacidades creativas y las posibilidades de la lógica del diseño, y hacerlo expresivo e imaginativo, evocador del dinamismo de la vida urbana contemporánea.

Dentro de esta exhibición se contó con distintas piezas y secciones, de las cuales destacaron la instalación de realidad virtual, una sección dedicada a la inspiración que encontraron en el trabajo del arquitecto mexicano y español Félix Candela y una instalación construida en conjunto con alumnos de la Facultad de Arquitectura titulada KnitCandela que consistía en una pieza de concreto ligero, diseñada mediante la introducción de nuevos métodos de diseño computacional y la tecnología de encofrado KnitCrete; inspirada en las fluidas formas del colorido vestuario tradicional de Jalisco, México la cual hace referencia a la estructura del famoso restaurante 'Los Manantiales', diseñado por el arquitecto mexicano en Xochimilco en donde utilizó como base de diseño los paraboloides hiperbólicos para producir una geometría dinámica dentro del espacio.

Esta inspiración constante que encontramos en el trabajo de Zaha Hadid Architects (ZHA) ha sido enunciada en distintas ocasiones, una de ellas en una entrevista exclusiva que el equipo de ArchDaily México realizó a Patrik Schumacher, en donde menciona "he estudiado su trabajo y creado algunos proyectos que literalmente están inspirados en él, una de sus iglesias tiene un hermoso conjunto de tres paraboloides y lo que hicimos fue replicarlas para experimentar con nuevas tecnologías. Creo que es un gran pionero y estamos muy felices de poder estudiar su trabajo hasta nuestros días."

Formalmente es evidente que estas prácticas cimentaron las bases de diversos estudios del despacho pero ¿qué relación tienen las prácticas arquitectónicas en México con la obra de Zaha Hadid Architects?

Si bien la arquitectura de ZHA se ha determinado como una expresión de un momento o una sociedad específica a través de una idea renacentista e individualista, toca estudiar la obra más allá de una dualidad. Es decir, tener una visión más amplia para no solo ver la arquitectura como objeto o como un fenómeno social, esto es importante porque dentro de un mar de críticas que apuntan necesariamente a los aportes formales de la oficina, se deja de lado el importante legado de Zaha Hadid de cuestionar los programas. Podemos estar de acuerdo o no con los objetos construidos pero es innegable que el legado más importante de Zaha Hadid a la arquitectura es el cuestionarnos por qué los hospitales deben parecer hospitales o por qué las escuelas deben parecer escuelas.

Es cierto que México es un país con condiciones distintas que demandan atender otro tipo de necesidades, sabemos que la producción arquitectónica no es solo para arquitectos y esto se ha visto reflejado en acontecimientos como los sismos del 2017 en donde fue posible ver un interés latente de colaborar con el contexto y con distintas disciplinas. Sin embargo, existen diversos factores que necesitan atenderse desde distintas trincheras, como lo especificó Sofía von Ellrichshausen de la oficina Pezo von Ellrichshausen en una entrevista en donde habló sobre la homologación de las discusiones en arquitectura "muchas veces lo que se define como arquitectura es insuficiente (...) todos los problemas necesitan soluciones pero no todos los arquitectos deben atender todos los problemas, si uno quiere lograr un nivel de intensidad y seriedad en lo que hace deben elegir sus batallas."

Por supuesto que la arquitectura no solo se conforma de el programa o del objeto arquitectónico como tal, pero es fundamental ser capaces de reconocer estos gestos para deconstruir las estructuras que nos conforman y poder separar lo que queremos seguir repitiendo y lo que necesita ser reinventado. Hay líneas muy delgadas en el trabajo de Zaha Hadid porque al momento de estudiar su obra vemos lo obvio, las imágenes y el dramatismo que caracteriza todas sus obras. Sin embargo, es indispensable ver más allá y cuestionar porque todos esos gestos son una abstracción, una consecuencia de las preguntas y reflexiones que se plantearon antes de diseñar, mismas necesitan ser identificadas y traducidas a un objeto, estas nuevas preguntas deberían de llamarnos para hacer algo evocador y emocionante con la arquitectura.

Es fundamental tomar esas vulnerabilidades no vistas y llevarlas la práctica y tomarlas como oportunidades para abordar distintas posibilidades de experimentación y campos de investigación que pueden aportar mucho más a la dualidad de arquitectura objeto y arquitectura social.

Este artículo fue originalmente publicado el 20 de febrero de 2019.